Los generadores monofásicos son simples y adecuados para cargas pequeñas, pero limitados en potencia. El bifásico es obsoleto, mientras que el trifásico es el más eficiente para altas demandas. La elección ideal depende del perfil de carga y del tipo de aplicación.

Dimensionar correctamente el tanque de combustible de un generador es clave para garantizar una operación continua. Se deben considerar el consumo, la autonomía deseada, el margen de seguridad y el tipo de combustible. Un tanque adecuado evita fallas, reduce costos logísticos y cumple las normativas.

El mantenimiento de generadores es clave para operar con seguridad, evitar fallos y reducir costos. Existen tres tipos: preventivo (programado), predictivo (basado en datos) y correctivo (tras fallas). Integrar estas estrategias mejora la disponibilidad y vida útil del equipo.

El sistema de control automático en generadores gestiona la operación, el arranque, la parada y el monitoreo sin intervención constante. Es clave en aplicaciones críticas, garantizando eficiencia, seguridad y respuesta rápida ante fallos. Tecnologías como IoT, EMS y control adaptativo mejoran su fiabilidad.

El mal almacenamiento de combustible genera fallos operativos, riesgos ambientales y accidentes. Cumplir normas técnicas, usar tanques adecuados y hacer mantenimiento preventivo garantiza seguridad y eficiencia. Invertir en buenas prácticas de almacenamiento es clave para continuidad y cumplimiento legal.